Para estimar la producción de limón en Tucumán, la muestra evaluada partió de datos generados en unas 5.000 hectáreas distribuidas sobre la superficie citrícola provincial. “Esto equivale a un 11,1% de la superficie actual, armaron a este suplemento el coordinador del programa Citrus de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Hernán Salas, y el jefe de la sección Fruticultura de esa institución, Dardo Figueroa.

Precisaron que para el trabajo se tuvieron en cuenta diversos factores, como edades de las plantas, combinaciones varietales, marcos de plantación, tipos de manejo y presencia o no de riego localizado. “Por consiguiente se infiere que esta superficie monitoreada, si bien constituye un volumen de hectáreas significativo, representa la situación citrícola de la provincia con mejor manejo”, dijeron. Como dato adicional contaron que se tuvo en cuenta las diferentes camadas de fruta que se presentan actualmente en las plantaciones tucumanas -un 30%, con calibre superior a 50 mm; un 40%, con calibres de entre 45 mm y 50 mm, y  un 30%, con calibres que van desde 25 mm hasta 45 mm). Ambos investigadores coincidieron en armar que la evolución de los calibres mencionados estará fuertemente condicionada por factores ambientales, como ser temperatura, humedad, radiación y, por supuesto, también por la dinámica de cosecha. Teniendo en cuenta todos estos factores, se esbozaron tres escenarios posibles que responderían a la posible evolución de los calibres hoy presentes en la planta.

“El primer caso, el más probable, para las zonas norte y sur respectivamente, arroja una estimación aproximada de 1.131.000 toneladas. En caso de que las condiciones sean favorables, se calcula un rango de calibres de 126 mm a 145 mm y de 115 mm a 132 mm, y una producción aproximada de 1.236.000 toneladas. En condiciones desfavorables, se podría esperar un rango de calibres de 145 mm a 155 mm y de 132 mm a 155 mm, con un volumen aproximado de 1.071.000 toneladas”, dijeron.

Destacaron que la evolución del tamaño de la fruta tendrá una gran incidencia en el volumen final de producción: “si bien se percibe en la planta un número importante de unidades, un porcentaje elevado corresponde a las oraciones ocurridas luego de la normalización del período de lluvias -lo cual sucedió a partir de noviembre-, y que hoy presenta un diámetro de 25 mm a 45 mm”. Asimismo, sugirieron observar detenidamente en las próximas quincenas el posible destrío de fruta, ocurrido por cuestiones sanitarias y fisiológicas en respuesta a las condiciones meteorológicas. “Una nueva evaluación será muy necesaria hacia n de mayo para comprobar la tendencia de la información relevada”, indicaron.

Fuente: La Gaceta Rural.