El sector citrícola español está pendiente del visto bueno final del acuerdo UE-Mercosur, que aún se encuentra a la espera de su ratificación definitiva por razones de carácter medioambiental. Este cambio en las reglas de juego entre el bloque europeo y el que forman Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Bolivia (este último país está en proceso de adhesión) preocupa tanto a empresas y cooperativas como a organizaciones agrarias, que temen la previsible invasión de cítricos sudamericanos en el continente europeo; sobre todo de Brasil, el primer productor mundial de naranja –una fruta que representa el 90% de su cultivo de cítricos– y un país muy potente en la industria de la transformación de esta fruta en zumo.
El pacto de Bruselas con los países sudamericanos supondría la liberalización de la importación en la UE de los jugos de cítricos, «particularmente del zumo 100% exprimido, pudiendo hacer desaparecer la industria europea del zumo y, en consecuencia, desequilibrar el mercado en fresco, estrangulando el sector productor de cítricos europeos», asegura la presidenta del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), Inmaculada Sanfeliu.
Hay que tener cuenta que España transforma en zumo alrededor de 1,3 millones de toneladas de cítricos al año. Brasil es el segundo productor mundial de estas frutas, con una producción de hasta 20 millones de toneladas, que exporta anualmente, en valor económico, algo más de 1.000 millones de euros en zumo de naranja a la UE.
Además, si finalmente se aprueba este pacto, según reconocía recientemente la Ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, los precios mínimos para la fruta con destino industrial que se venda en la UE –destino del 90% de los cítricos españoles– los fijará un oligopolio de tres multinacionales brasileñas (Citrosuco, Cutrale y Dreyfuss) de acuerdo con sus intereses comerciales.
Ante esto, Sanfeliu ha alertado que el acuerdo UE-Mercosur «atenta contra la cadena de valor» del sector naranjero y augura que esos precios mínimos «supondrán un atentado contra la rentabilidad» del sector en España. En ese sentido, advierte de que una vez más la citricultura española, un sector que desde hace años sufre por los pactos comerciales de la UE con Sudáfrica, Egipto, Marruecos y Turquía, no ha sido tenida en cuenta en las negociaciones.
En este segmento de mercado de la industria de zumos la Comunidad Valenciana tiene grandes firmas como Zuvamesa y Agriconsa que podrían verse afectadas por la liberalización de la importación de zumos desde Brasil, ya que los costes de producción, recolección, acarreo y transformación son mucho más bajos en Brasil que en España. De hecho, transportar el zumo con los grandes barcos propiedad de los procesadores brasileños a Europa (Róterdam y Gante) tiene un coste muy similar al que les cuesta a los procesadores españoles transportar el zumo de España a Francia en camión cisterna.
Fuente: Freshplaza.