El negocio del limón viene de años de ”vacas gordas”, lo que conllevó a una fuerte expansión mundial del cultivo. El riesgo está que ante el aumento productivo se inicie un ciclo de “vacas flacas”. Tucumán que ya atravesó varias situaciones complicadas se presenta preparado para este desafío.
La comercialización del limón se caracteriza por sus extremos. De un período favorable con precios más que atractivos, puede caer en pocas semanas a un mercado totalmente saturado y con precios por el piso. La razón es su demanda inelástica. Así una pequeña sobreoferta provoca un desmoronamiento de los precios, mientras que una falta de limón empuja los precios a niveles muy elevados.
Boom del limón
En los últimos 10 años hubo mundialmente un real boom del limón. La creciente demanda, por el fresco y los subproductos; así como puntuales caídas productivas, llevaron a que haya mundialmente una fuerte demanda por el limón y se pagaran precios realmente atractivos.
Esto entusiasmó a los productores, que expandieron su superficie plantada. Países como Sudáfrica, Turquía y España aumentaron en pocos años en un 20-40% su producción. Pero es un negocio riesgoso. Se teme que cuando entren en producción las nuevas superficies habrá una sobreoferta mundial, transformándose el negocio del limón rápidamente en poco rentable. Esto lo vienen sufriendo los españoles en la actual campaña. La abundante cosecha del 2021/22 no encontró suficiente salida, por lo cual los precios cayeron a niveles mínimos y por ahora no lograron recuperarse. También Tucumán ya sufrió varios vaivenes en su historia. Pero el limón también sorprende; una merma productiva, un crecimiento de la demanda inesperado u otro factor pueden torcer rápidamente las perspectivas planteadas.
Tucumán
Los últimos años no fueron fáciles para la industria del limón en Tucumán. La provincia posee condiciones excepcionales para su cultivo, pero no está exenta de adversidades climáticas. Heladas y sequías afectaron la producción del 2020 y del 2021. La próxima campaña está nuevamente signada por la escasez de agua y los fuertes calores que hubo durante la primavera e inicio del verano. Pero en las últimas semanas empezó a llover, por lo cual se podría revertir parcialmente la merma.
Pero las adversidades climáticas no fueron el único problema que enfrentó la industria. En el 2020 se complicó la situación fitosanitaria. Las condiciones de humedad y altas temperaturas de Tucumán favorecen a muchas plagas y enfermedades, las cuales son controladas hace muchos años gracias a un estricto plan de cuidados y aplicaciones fitosanitarias. Pero, en el 2020, las condiciones climáticas excepcionales determinaron que la Mancha Negra se les escapara de las manos. Esta es una plaga cuarentenaria difícil de controlar y detectar, por lo cual trajo muchos dolores de cabeza a países como Sudáfrica y Argentina. La Unión Europea cerró en el 2020 temporalmente el mercado a los cítricos argentinos, para reabrirlo previa firma de protocolos fitosanitarios muy exigentes en mayo del 2021.
Europa fue siempre el destino principal de los limones argentinos. Pero en los últimos años se redujeron los volúmenes enviados ante un mayor control cualitativo y la creciente competencia por parte de España y Sudáfrica. Principalmente, este último país registró un auge del limón, expandiendo fuertemente su producción y exportación. Hoy es Sudáfrica la que inunda en el verano al mercado europeo. Argentina pasó al segundo lugar, más aún en la última campaña, en la cual el exigente protocolo fitosanitario complicó los envíos.
Como alternativa al mercado europeo, surgió Norteamérica. Hace 4 años que Argentina puede enviar limones a los EEUU. En las tres primeras campañas se avanzó en forma pausada con el objetivo de adquirir experiencia y afianzar los lazos comerciales. Pero en el 2021 las condiciones en los EEUU eran muy favorables, a los que se sumaron las complicaciones en Europa. Esto llevó a un fuerte vuelco hacia este mercado. En total se exportaron 73.000 ton. De esta forma los EEUU pasaron a ser el segundo comprador de limones argentinos, adquiriendo un tercio del total exportado.
Otro destino que creció fue China, mercado que se abrió hace dos años. También en este caso se pudieron incrementar fuertemente los volúmenes, pero a pesar de esto sigue siendo un destino secundario.
Cabe aclarar que la exportación de limón en fresco es solo una parte del negocio de Tucumán. La industrialización del limón sigue siendo el principal destino y el gran motor que impulsa al sector. Anualmente se procesan entre 0,9 a 1,4 millones de toneladas, lo que representa el 70% de la producción tucumana. En limón industria Argentina sigue siendo líder absoluto. Esta enorme producción es la que le da sostén al sector y explica la fortaleza del mismo. Fuente: Portal Frutícola