El solapamiento de las cosechas de mandarinas de Quindío y Cundinamarca debido a factores climáticos ha generado una sobreoferta en el mercado y una drástica caída de los precios, que no superan los costos de producción. Esta bajada de la rentabilidad ha hecho que muchos productores hayan optado por no recoger la fruta de los árboles.
“A pérdidas no trabaja nadie y es muy doloroso ver que el trabajo de todo un año se pierda en 2 meses. Es muy duro ver que ni siquiera uno puede recogerlas para llevárselas a la gente que las necesita”, relató Carlos Arturo Arias, productor de mandarina de La Tebaida. El costo de producción de un kilo de mandarina es de $500, pero hoy lo están pagando a menos de $200, indicó. Si un agricultor decidiera regalarla, tendría que pagar entre $100 y $150 solo por recogerla, más el valor de carga.
Un momento difícil
Silvia Lizethe Arbeláez Giraldo, presidenta de la Federación Nacional de Citricultores, habló con La Crónica sobre la difícil situación que hoy atraviesan los productores de mandarina. “Los citricultores estamos pasando por un difícil momento para la producción y comercialización del producto. Básicamente hay debilidad en la demanda generada, no solamente por la pandemia, sino que coincidió con un pico alto de cosecha en todos los cultivos de mandarina de la zona, que han sido muy bien cuidados y han tenido una gran cosecha, pero que no tenemos cómo venderla”.
Arbeláez expuso que no han tenido ningún apoyo desde el gobierno nacional ni departamental para crear nuevos mecanismos de comercialización. “Estamos en pandemia, los niños no están estudiando, hay restricción de consumo y no existe ninguna alternativa de comercialización en la zona ni de agroindustria”.
La presidenta de la Federación Nacional de Citricultores advirtió que si no se toman medidas inmediatas, en 2 o 3 semanas, cuando pase el pico alto de la cosecha, la mandarina habrá que botarla. “Dejarla en los árboles puede generar un gravísimo problema de carácter fitosanitario”, destacó.
En Quindío hay aproximadamente 6.200 hectáreas de cítricos –naranja, mandarina y limón– y cerca del 30% está sembrado en mandarina de 2 variedades. Esta situación la viven hoy diferentes departamentos entre los que también se encuentran Caldas, Risaralda y el sur de Antioquia.
Fuente: Freshplaza.