15 Ago, 2020

El tratado UE-Mercosur dará vía libre a la entrada masiva de zumos de cítricos de Brasil

El pasado 28 de junio se anunció el tratado de la Unión Europea con los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) pero, de momento, ni la Comisión ni el Gobierno español han aclarado al sector citrícola sus condiciones. Sin embargo, según informa el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), quien sí lo ha hecho es el Ministerio de Agricultura de Brasil, que ha informado que los aranceles al zumo de naranja concentrado brasileño desaparecerán progresivamente en 10 años y los del zumo 100% exprimido, en 7 años. Asimismo, ha anunciado que se eliminarán los derechos aduaneros para las importaciones de naranjas y mandarinas, aunque aún no se conocen los plazos.

Ante este escenario, el CGC ha alertado del impacto que estas medidas tendrán sobre el sector citrícola español, cuya comercialización en fresco lidera la Comunidad Valenciana con una cuota del 70%.

«Estamos especialmente preocupados por la ratificación del tratado con Mercosur porque el impacto del mismo sobre el mercado en fresco europeo vendrá por una doble vía: mejorará la posición competitiva de las naranjas y mandarinas sudamericanas en Europa, que es nuestro primer y principal mercado, y más grave aún, los masivos envíos de zumos brasileños a arancel cero cuestionarán la viabilidad de nuestra industria transformadora», argumenta la presidenta del Comité de Gestión de Cítricos, Inmaculada Sanfeliu.

La entrada de naranjas y mandarinas sudamericanas en el mercado europeo «afectaría durante unas semanas, quizá meses y, siendo fruta en contraestación, fundamentalmente al principio y al final de cada campaña», explica Sanfeliu.

Pero la entrada masiva de zumos brasileños a arancel cero «sería un mal si cabe mucho mayor, que se arrastrará a lo largo de casi toda la temporada, porque la competencia mucho más barata de los jugos producidos por solo tres grandes multinacionales –Cutrale, Citrosuco y Louis Dreyfus Company (LDC)– nos complicará o, incluso, impedirá dar valor a entre 650.000 y 900.000 toneladas de naranjas y entre 250.000 y 300.00 toneladas de clementinas y mandarinas que hoy se desvían de los circuitos en fresco para canalizarse y ser convertidas en zumos», alerta.

La presidenta del CGC recuerda la necesidad que tiene el sector citrícola de retirar del mercado de fresco ese volumen de fruta en campañas en las que se dan desequilibrios entre oferta y demanda (por cosechas abundantes, ausencia de demanda, desplazamiento de la distribución a otros orígenes, problemas climatológicos que alteran el aspecto exterior…); y porque hay fruta que, debido a defectos de piel, pequeños calibres, etc., debe ser procesada por la industria para su transformación. «No conviene despreciar el papel de la industria transformadora, que es, de hecho, el primer cliente en tonelaje de la citricultura española», subraya Sanfeliu.

Fuente: Freshplaza.