Los cítricos tienen como origen el sudeste asiático, dentro del grupo que compone a estas frutas se encuentran diferentes especies, entre ellas se encuentran naranjas, pomelos, limones entre otros. Desde tiempos antiguos, a través de las migraciones llegaron a estar presentes en todo el mundo.
En las últimas décadas las provincias del noroeste argentino han sido protagonista de una fuerte transformación de la actividad agrícola, produciendo sobre todo limón y también citrus dulces. Gran parte de la producción se exporta por el cumplimiento con rigurosos parámetros de calidad.
La producción de cítricos se destina, tanto al consumo como a la actividad industrial para la obtención de productos derivados de gran importancia.
Composición nutricional y propiedades de los cítricos
Para poder abordar las propiedades de los cítricos y conocer más sobre sus aportes a la salud, María Constanza Rossi, Dra. en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Licenciada en Nutrición, nos brindó la información que compartimos a continuación.
La pulpa de cítricos en estado fresco es rica en carbohidratos (especialmente la naranja, en segundo lugar limón y por último pomelo), alta en agua y bajas en proteínas, grasas y minerales. Además, la corteza y pulpa son altas en vitaminas A en forma de carotenoides, ácido fólico y C.
Cuando se consume la fruta completa y no en forma de jugos aporta además fibras.
Los carbohidratos son los nutrientes encargados del aporte de energía para realizar las actividades diarias, aquellos que son aportados por las frutas cuentan con el beneficio de además aportar micronutrientes como las vitaminas y minerales.
Desde el punto de vista nutricional y fisiológico, el interés de los carotenoides se ha debido a su actividad provitamínica A. En las últimas décadas, el hallazgo de otras actividades biológicas (como su capacidad antioxidante) y la relación con la incidencia de ciertas enfermedades (cardiovasculares, cáncer, cataratas, maculopatía senil, etc.) ha aumentado el interés por estos compuestos.
La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. La vitamina C, como antioxidante, contribuye a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares y las degenerativas.
El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico.
El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
Además de los clásicos nutrientes, los cítricos son ricos otros compuestos con capacidad antioxidante y preventiva de diversas enfermedades, los polifenoles. Dentro de los polifenoles que se encuentran en los cítricos, se han descripto propiedades que los colocan como potenciales agentes terapéuticos frente a una amplia variedad de enfermedades: antioxidante, antiagregante, antihemorrágica, vasodilatadora, antineoplásica, antiviral, antibacteriana, antialérgica y hepatoprotectora.
*Tip Acnoa: Para aprovechar todos los nutrientes es recomendable consumir el alimento en fresco y crudo.