Las continuas lluvias de la primavera le han pasado factura a la producción citrícola de la Comunidad Valenciana. Tras la previsión de que en la próxima campaña 2020-2021 la cosecha podría alcanzar cifras récord, a la vista de la exuberante floración registrada esta temporada, el impacto de las lluvias provocará no solo que no se cumplan las expectativas iniciales, sino que incluso algunas variedades registren descensos en su producción.
En los árboles ya se pudo observar a partir de mediados de abril que había mucha flor podrida por exceso de humedad. Aún se confiaba en que al haber tanto azahar no tuviera demasiada incidencia, pero la realidad ha sido peor de lo calculado. Multitud de campos que estuvieron prácticamente «blancos» de tanta flor aparecen hoy casi vacíos de frutos.
Es aún pronto para aventurar cifras concretas, pero desde el sector prevén que en la próxima campaña habrá menos mandarinas tempranas y tardías, un poco más de Navelina (6-7%), más Clemenules (7-8%), algo menos de naranja Lane Late y un apreciable descenso en las variedades de naranjas tardías.
Fuente: Freshplaza.